Los desastres naturales ocurren con más frecuencia y, a medida que el planeta se caliente, su frecuencia y gravedad no harán más que aumentar. Los lugares más afectados suelen ser los menos preparados y los menos equipados para recuperarse. Nuestro trabajo supone facilitar ayuda inmediata, pero también continua para lograr una recuperación a largo plazo. De esta manera, ayudamos a las comunidades vulnerables a conseguir su estabilidad. Esto no solo se lograr por medio de ayuda alimentaria y médica, sino también a través de becas, capacitación profesional y vivienda permanente.
Los esfuerzos de la ayuda de Embracing the World comenzaron con una donación de 1,5 millones de euros a los gobiernos de India y Kerala. Amma también abrió las puertas del Hospital Amrita en Kochi, Kerala para ofrecer tratamientos gratuitos a los pacientes con COVID-19.
Los médicos y científicos de la Universidad de Amrita comenzaron a trabajar para aportar soluciones innovadoras para ayudar a los trabajadores de salud. Estas incluyen, desde máscaras faciales de nano-fibra hasta protectores de pantalla de plástico y máscaras impresas en 3D. La universidad también estableció una línea directa de salud mental durante las 24 horas del día atendida por profesionales capacitados.
Esas iniciativas inspiraron a voluntarios de todo el mundo a coser máscaras de tela en sus hogares durante los confinamientos para poder ayudar de alguna manera a las personas necesitadas en sus comunidades, desde los ancianos en sus residencias hasta las personas sin hogar en las calles de la ciudad. Poco después, los voluntarios también comenzaron a preparar paquetes de alimentos para entregar a las personas sin trabajo y con bajos ingresos.
En agosto de 2018, las inundaciones azotaron el estado de Kerala. Más de 500 personas murieron y fueron desplazadas un millón de personas. Inmediatamente, más de 400 voluntarios crearon la línea de ayuda Amrita, un centro de atención telefónica las 24 horas establecido en el campus de Amritapuri de la Universidad de Amrita.
Alo largo de cinco días, el equipo atendió más de 25.000 llamadas y conectó a más de 100.000 víctimas de las inundaciones con servicios de socorro apropiados. Entre ellos, funcionarios gubernamentales, la Marina, la Fuerza Aérea, la Fuerza Nacional de Respuesta ante Desastres, la Policía Estatal de Kerala, pescadores locales y otras agencias de voluntarios.
También enviamos equipos de rescate voluntarios y unidades médicas de emergencia a áreas inundadas y establecimos más de 30 campamentos de socorro. Además, donamos 1.400.000 dólares estadounidenses al fondo de ayuda del gobierno estatal.
El ciclón Ockhi se aceleró a través de las aguas de Sri Lanka y el sur de la India, destruyendo cocoteros, casas y líneas eléctricas, y llevándose las vidas de los pescadores que estaban faenando. Inmediatamente movilizamos campamentos de ayuda alimentaria, a menudo en colaboración con iglesias locales. También anunciamos un paquete de 1.500 dólares para cada familia en la que murió un pescador y prometimos ayudar a reconstruir las casas destruidas por el ciclón. Mientras las familias continuaban recuperándose a lo largo de los siguientes meses, Swami Amritaswarupananda entregó un cheque por 300.000 dólares al Ministro Principal de Kerala, Pinarayi Vijayan, para contribuir al fondo especial de ayuda Ockhi del Estado.
Las fuertes e incesantes lluvias golpearon la ciudad de Chennai y sus áreas circundantes, lo que provocó inundaciones de hasta dos metros de altura. Un equipo de 500 voluntarios se presentó inmediatamente en el lugar para efectuar operaciones de rescate, atención médica y la entrega de alimentos, ropa, mantas, utensilios y otras provisiones esenciales. Algunos voluntarios usaron botes para sacar a la gente de las aguas profundas. Veinticinco médicos se apresuraron a ir a las áreas afectadas y Amrita Hospital envió una Unidad de telemedicina móvil, un vehículo equipado con varias instalaciones de emergencia, incluido un mini quirófano. En los días siguientes, se entregaron 750.000 dólares al Primer Ministro de Tamil Nadu para contribuir a un fondo de ayuda.
El terremoto de Nepal provocó la muerte de casi 9.000 personas e hirió a 22.000. Embracing the World envió provisiones básicas como arroz, lentejas, ropa y mantas. Muchas personas se quedaron sin hogar, por lo que comenzamos una distribución de paneles de hojalata para techos que podrían usarse como refugios temporales y, a largo plazo, para la construcción de viviendas. Proporcionamos dos toneladas de medicamentos esenciales y artículos quirúrgicos, así como 100.000 vacunas contra el tétanos, un requisito esencial de salud. El Primer Ministro de Nepal comentó: "Con la compasión y la ayuda de una gran humanitaria como Amma, siento que disminuye la carga que deben soportar mis hombros". .
Durante la última etapa del monzón, las inundaciones masivas barrieron Jammu y Cachemira. Cerca de 300 personas murieron en el lado indio de la frontera y otras 300 personas en Pakistán. Gran parte de la ciudad de Srinagar estaba completamente bajo el agua. Cerca de 2.600 aldeas se inundaron y 390 de ellas quedaron completamente sumergidas. Embracing the World envió dos Unidades de telemedicina móvil a la zona del desastre, y un equipo de 15 especialistas médicos y paramédicos brindaron atención médica de emergencia. El primer día, fueron atendidas más de 2.300 personas en menos de siete horas. También nos comprometimos con una ayuda de 4 millones de dólares que incluía atención médica, suministros esenciales, construcción de viviendas para los desplazados y ayuda monetaria para las viudas.
Las lluvias extremadamente intensas provocaron inundaciones en el estado montañoso de Uttarakhand y causaron grandes deslizamientos. Más de 5.000 personas fueron declaradas muertas y muchos de los sobrevivientes perdieron sus hogares. Embracing the World organizó de inmediato campamentos médicos para tratar a los heridos, especialmente con problemas de disentería, ya que puede convertirse fácilmente en una epidemia.
A largo plazo, comenzamos un proyecto de ayuda y rehabilitación de 7,5 millones de dólares. Quinientas casas fueron construidas para las personas cuyas casas quedaron sepultadas. También establecimos becas para niños pobres, proporcionamos pensiones para viudas y personas discapacitadas, construimos un orfanato y un hogar de atención para niños, y ayudamos a las mujeres a formar grupos de autoayuda (SHG) para que pudieran establecer negocios basados en el hogar.
Un devastador ciclón azotó Filipinas en 2013, mató a más de 6.300 personas y desplazó a unas 750.000. En las áreas más afectadas, quedaron destruidos más del 80 por ciento de todos los edificios, y las pérdidas económicas para el país fueron de miles de millones.
Los equipos de socorro de Embracing the World con base en Manila, Japón y Singapur donaron un millón de dólares para ayudar a los afectados. Los fondos se destinaron a la reconstrucción de escuelas, la construcción de centros comunitarios y la concesión de becas a 530 niños que fueron víctimas de este ciclón. La atención se centró en los niños que perdieron a uno o a sus dos padres. Cinco años después, 480 de esos estudiantes pudieron celebrar su graduación de la escuela secundaria.
A los tres días del suceso nuestros voluntarios estaban distribuyendo comida y agua a los refugiados. Tras trabajar cerca del epicentro del desastre, nos centramos en Rikuzentakata, una remota aldea costera de 23.000 habitantes que perdió a más de un tercio de su población. Aquel mismo año donamos un millón de dólares para pagar la educación de los niños que habían quedado huérfanos por el desastre.
Tras el catastrófico terremoto que asoló Haití en enero de 2010, enviamos 11 palets de suministros médicos a Haití, donde fueron recibidos por la ONG Partners in Health. También distribuimos alimentos básicos a los refugiados, y acogimos a 30 niños que habían perdido en el desastre a sus padres u otros parientes. Les hemos proporcionado becas para que todos puedan volver a la escuela.
En 2009, los estados indios de Andra Pradesh y Karnataka fueron arrasados por unas inundaciones sin precedentes. Supuso la destrucción de millones de hectáreas de cultivo y el desplazamiento de más de 2,5 millones de personas. Para atender a los damnificados de los dos estados nos comprometimos en una ayuda de 10,7 millones de dólares. A los 20 días de firmar el acuerdo con el Gobierno de Karnataka para proporcionar nuevas viviendas a los afectados, ya habíamos logrado terminar 100 viviendas, y eso fue sólo el principio.
En 2008, un millón de personas se quedaron sin hogar en Bihar cuando el río Kosi inundó ambas orillas. Nos comprometimos en una ayuda de 465.000 dólares. Nuestros equipos médicos estuvieron en el lugar durante más de dos meses tratando a unas 50.000 personas. También distribuimos miles de tiendas, mantas y lonas, junto con utensilios de cocina, alimentos, ropa y material escolar. Un funcionario del Gobierno comentó sobre nuestros voluntarios: «Me pregunto si llegan a dormir por la noche. Les estamos muy agradecidos por acudir de inmediato a nuestra llamada y ayudarnos en este momento tan necesario».
Tras los ciclones Katrina y Rita, más de 100 grupos de voluntarios de Embracing the World de Norte América colaboraron en la distribución de alimentos, ropa, material escolar y otros artículos esenciales destinados a los refugiados. Nuestros voluntarios visitaron las zonas afectadas y facilitaron atención médica y apoyo emocional. También ayudamos a localizar personas desplazadas a través de una web específica que creamos para los supervivientes. En diciembre de 2005, donamos un millón de dólares a la fundación del Katrina Bush-Clinton.
Las labores de socorro y rehabilitación llevadas a cabo por Embracing the World se consideran actualmente como uno de los proyectos de ayuda humanitaria más polifacéticos, integrales y sostenidos que jamás se hayan realizado por una ONG. Lo que hizo que nuestro trabajo fuera singular fue su naturaleza holística. Se consideró y mejoró cada aspecto de los supervivientes del tsunami. Al final, muchos de ellos declararon que su calidad de vida e independencia económica había mejorado respecto a la que tenían antes del tsunami.
En 2001, Gujarat sufrió un terremoto devastador. Fallecieron 20.000 personas. Amma envió un equipo de ayuda, compuesto por 12 médicos, dos ambulancias y 100 estudiantes voluntarios de la Universidad Amrita. Finalmente, adoptamos tres pueblos enteros, reconstruyendo 1.200 viviendas desde cero, así como centros comunitarios, una iglesia, una mezquita y un templo.
UN MILLÓN DE DÓLARES EN AYUDA MÉDICA A LOS SUPERVIVIENTES DE LAS RIADAS DE BOMBAY
En 2005, unas riadas torrenciales desplazaron a millones de personas, especialmente chabolistas cuyas casas fueron arrastradas por las aguas. Inmediatamente suministramos alimentos y mantas a los refugiados. Los equipos médicos trataron a más de 50.000 pacientes y distribuyeron un millón de dólares en medicinas.
AYUDA MÉDICA Y MÁS PARA LOS REFUGIADOS POR EL CICLÓN DE BENGALA OCCIDENTAL
En mayo de 2009, el ciclón Aila golpeó Bengala Occidental y Bangladesh, causando 330 muertes y un millón de damnificados que se quedaron sin hogar. Organizamos campamentos médicos, en los que durante diez días nuestros doctores trataron a unos 3.000 pacientes, dispensando más de 2.000 dólares en medicinas gratuitas. Nuestros voluntarios también distribuyeron aproximadamente 800 artículos de ropa de cama y sirvieron 6.000 comidas gratuitas, además de entregar dos toneladas de arroz crudo.