Estudiantes japoneses ayudan a rehabilitar Uttarakhand
Febrero 2014, Uttarakhand
Un grupo de 73 estudiantes de diversas partes del Japón se unieron para viajar a la India y participar en la rehabilitación emprendida por Amma de las zonas devastadas por las riadas en el Estado de Uttarakhand. Amma se comprometió a reconstruir 500 viviendas. La primera fase de este proyecto se está realizando en la aldea de Chandrapuri, en el distrito de Rudraprayag, en el camino hacia Kedarnath.
Los estudiantes proceden de IVUSA (International Volunteer University Student Association) una organización que ha colaborado con Embracing the World desde 1998, participando en la construcción de viviendas para los refugiados del tsunami de Kerala y Tamil Nadu, tras el Tsunami del Océano Índico de 2004, y más recientemente en 2011 y 2012 en Raichur, tras las inundaciones que devastaron el estado de Karnataka.
Muchos de los voluntarios de este grupo han venido a la India dos y tres veces para esta finalidad.
Sorprende que para muchos de estos estudiantes, las pocas semanas que pasan haciendo voluntariado, con días de duro trabajo físico, sean sus únicas vacaciones anuales. Inspirados por la vida de Amma de dedicación y servicio hacia los demás, optan por pasar este tiempo para beneficiar a los menos afortunados, y no para su disfrute personal.
A su llegada, los estudiantes fueron recibidos y honrados como huéspedes oficiales del Estado por el ministro principal de Uttarakhan, Shri Harish Rawat. Al dirigirse a los estudiantes el ministro dijo: "Amma está haciendo un trabajo maravilloso y si estáis con ella vuestro camino por la vida resultará claro". Agregó que le gustaría llegar a conocer a Amma en un futuro próximo. Después el ministro pasó un tiempo hablando con todo el mundo y expreso su admiración y apoyo hacia el esfuerzo de los estudiantes.
En los días siguientes, los estudiantes se interesaron por todos los aspectos relacionados con la construcción: el hormigonado, el montaje de las vigas metálicas de cimentación y el transporte de materiales de construcción desde el lecho del río hasta las escarpadas colinas del lugar. Los estudiantes son un grupo bien organizado y se dividieron en equipos más pequeños, distribuyéndose a lo largo de todo el valle y en las diversas obras.
Cada día, cuando se presentaban a hacer su seva, eran recibidos por los habitantes locales que se vieron arrastrados por el entusiasmo de los estudiantes japoneses y obligados a unirse a aquella diversión. Con un corazón abierto y espíritu de servicio desinteresado, los estudiantes establecen alegres interacciones que suponen una gran diversión para sus compañeros de trabajo indios. A pesar del duro trabajo, a nadie le importaban realizarlo. Fue realmente como una fiesta y se podía ver a todo el mundo sonriendo mientras se trabajaba.
Gran parte del trabajo consistía en llevar materiales de construcción hasta la aldea de Batwadi Sonar, donde se está construyendo un centro comunitario para los vecinos. Durante todo el día los estudiantes y aldeanos caminaban juntos subiendo y bajando la empinada cuesta de la aldea para llevar piedras y arena que se necesitaban para construir la sala. Al final de cada día, antes de la puesta de sol, todo el mundo se reunía en torno a un gigante árbol Pipal en el pueblo y se cantaban bhajans juntos. Aunque no eran cantantes profesionales ni músicos, la inocencia y la belleza expresados con alegría por los estudiantes y los aldeanos era la culminación de todo un día en el que había estado colaborando juntos.
La mañana del último día de trabajo, los estudiantes japoneses explicaron a los aldeanos la campaña Amala Bharatam. Una vez más trabajaron codo con codo los estudiantes y los aldeanos para desplegarse por la zona y recoger la basura que encontraran. Se llenaron decenas de bolsas de basura, sobre todo del lecho del río que todavía seguía lleno de escombros por las inundaciones de meses atrás.
Antes de partir, los estudiantes japoneses participaron en un programa cultural oficial que tuvo lugar en una de las escuelas locales de Chandrapuri. El representante del Distrito de Rudraprayag, Mr. Raghav Langar presidió la fiesta de despedida que incluyó diversas canciones y danzas realizadas por los estudiantes japoneses y los aldeanos. Asistieron muchos habitantes de la zona.
Cuando llegó el momento de la despedida, tanto los estudiantes como los lugareños se sentían triste por tener que despedirse de sus nuevos amigos. Aunque los estudiantes japoneses habían donado su tiempo, energía y entusiasmo, reconocieron que habían recibido mucho más de lo que habían dado.
Cuando se comparte el amor traspasando fronteras culturales y lingüística, la línea entre "dar" y "recibir" desaparece, y los voluntarios y los beneficiarios descubren que no son tan diferentes después de todo. Ciertamente, aunque no hablen japonés ni Garwhali, todos ellos comparten la lengua materna común: el lenguaje universal del Amor.