


A través del ashram principal de Amma y de sus centros asociados, Embracing the World alimenta cada año a más de 10 millones de personas necesitadas de toda la India. Hemos batallado contra el hambre de este modo durante más de 20 años. En los seis meses posteriores al Tsunami del Océano Índico de 2004, entregamos más de seis millones de comidas gratuitas a los supervivientes del Tsunami, además de suministrar más de 185 toneladas de arroz crudo para que las familias afectadas pudieran mantenerse.
También distribuimos de forma regular arroz, leche y otros productos a comunidades tribales que viven en zonas alejadas y no reciben ayudas de ninguna otra organización. A la vez que se distribuyen los alimentos, nuestros centros ofrecen atención médica especializada gratuita. Todos los tratamientos y medicamentos se facilitan sin coste alguno.


Desde 1996 alimentamos a personas hambrientas en Estados Unidos. Los grupos conocidos como Cocina de la Madre, están implantados en 41 ciudades de Norteamérica. Preparan, cocinan y sirven comidas a los sin techo y a los hambrientos. Algunos grupos también recogen y distribuyen ropa, utensilios para el hogar o alimentos básicos para las comunidades necesitadas. En la zona de la Bahía de San Francisco, el proyecto “La despensa de Amma” que se inició en 2013, ya ha recogido un total de 1.200 kilos de alimentos, el equivalente a 2.255 comidas, para su distribución en los bancos de alimentos locales.


El hogar de niños Amrita de Nairobi, Kenia, ofrece tres comidas nutritivas al día a 78 niños necesitados. Pero estos niños no son los únicos beneficiados. El hogar también abre sus puertas cada dos domingos para dar una comida saludable a otros 230 niños de las aldeas vecinas. Nuestros niños ayudan a servir la comida y a limpiar después. También procuramos que los niños aprendan a compartir y a tratar cariñosamente, y que valoren la importancia de la higiene personal.


Nuestros voluntarios han estado sirviendo comidas a los desamparados una vez al mes desde 2003. Los voluntarios preparan la comida en casa y la sirven a través del programa “Rough Edges” de la Iglesia Anglicana de San Juan en Sydney y a través de dos centros comunitarios de Melbourne. La comida vegetariana consiste en un plato principal de arroz y verduras, fideos o pasta, rollitos de primavera o bolas de masa hervida, ensalada, fruta y postre.
Un anciano dijo conmovido que el espíritu de hospitalidad que sentía en la “Cocina de Amma” era para él una expresión de auténtica adoración, y otro comentó que, aunque él no era vegetariano, le parecía la comida vegetariana de la “Cocina de la Madre” muy deliciosa. Sue, un voluntario de Sydney manifestó: «En realidad, no estamos solo dando alimento, también les estamos dando amor y bondad, que es exactamente lo que hace Amma».


En 2013, durante la visita de Amma a Granollers, Amma hizo entrega al Alcalde de la ciudad de una cantidad de dinero para ayudar a los niños de familias necesitadas a sufragar la comida que se sirve en los comedores escolares de la ciudad. Nuestros voluntarios del Centro Amma de Piera (Barcelona), van todas las semanas desde 2009 a recoger alimentos para después repartirlos entre más de 200 familias necesitadas. Estos lotes de comida ayudan a estas familias semanalmente a subsistir, en unos momentos de graves dificultades a nivel nacional.


Desde 2010, nuestros voluntarios franceses han cultivado productos ecológicos y los han distribuido por el área a bancos de alimentos que sirven a personas hambrientas. Los voluntarios se sienten satisfechos de poder servir alimentos saludables y ecológicos, a personas sin techo y hambrientas. También disfrutan en los huertos ensuciándose las manos y conectando con la naturaleza. Producen cerca de una tonelada de productos orgánicos cada año.


Desde 2007, nuestros voluntarios han alimentado a los sin techo de Costa Rica. Los voluntarios han repartido 200 platos de deliciosa sopa vegetariana, pan, zumo y postre en el barrio marginal de La Carpio.
Los voluntarios compran ellos mismos la comida, la preparan y la distribuyen entre personas que sufren problemas de alcoholemia, drogadicción, y que pasan semanas enteras sin comer, sin que nadie les atienda ni les muestre amor.
Los voluntarios dicen que se sienten honrados y bendecidos por poder servir de esta manera. También suelen llevar consigo a estudiantes voluntarios que viven en entornos más privilegiados, a fin de ayudarles a comprender el valor de la entrega y de tender la mano a los más necesitados.


Nuestros voluntarios de Cancún han empezado a alimentar a los pobres en agosto de 2013. Pero, previamente han estado ocupados construyendo una cocina especial para ese fin. En el primer reparto de comida sirvieron a 80 personas de una comunidad cercana. Al escuchar las historias de la gente que vino a recibir su ración de comida, han sentido la inspiración para trabajar duro y ayudar así a personas para mejorar sus condiciones de vida y las de sus comunidades. Tenemos la esperanza de que el ejemplo de nuestros voluntarios se extienda y las personas beneficiarias se unan a esta lucha contra la pobreza. El plan es el de llegar a servir a 200 personas cada mes.

En las colinas de Kerala, India, las tribus indígenas viven en condiciones de extrema pobreza. Son lugares inaccesibles por carretera y a los que sólo se puede llegar tras una caminata de 90 minutos a través del bosque. Nuestros voluntarios hacen ese viaje cada mes para proporcionar alimentos de primera necesidad y ropa de abrigo a unas 100 familias que no reciben ayudas de ninguna otra organización.
Desde 1996 trabajamos para mejorar la vida de los chabolistas y los sin techo de los barrios marginales de Pune y Bombay. Además de construir nuevos pisos para 1.600 chabolistas, se ofrece tutoría y material escolar a los niños más desfavorecidos, comida y medicinas gratuitas a los pobres de Bombay, cada domingo, desde hace 17 años.
