Exitoso cultivo orgánico de trigo en una aldea india genera oportunidades de futuro
30 de mayo 2018 – Harirampura, Rajasthan, India
Harirampura es una aldea del Estado de Rajasthan de unos 500 habitantes, cuya mayoría vive por debajo del nivel de la pobreza. Amrita SeRVe comenzó a trabajar allí en 2013 cuando no había la electricidad, los niños recién nacidos no recibían vacunas, muchos niños faltaban a la escuela porque tenían que llevar búfalos a pastar, y las mujeres tenían que recolectar agua de pozos a bastante distancia.
Después de cinco años de trabajo con los aldeanos, ahora todos los niños asisten a la escuela, todos los recién nacidos reciben vacunas, y hay agua disponible en todos los hogares. Con este apoyo, algunos agricultores también han decidido asumir el desafío de la agricultura ecológica.
Rajesh Meena explica: "Deberíamos desarrollar más cultivos orgánicos. Mi abuelo todavía está vivo y dice que nunca usaron fertilizantes químicos cuando trabajaban en la agricultura. Por ese motivo que todavía a los 97 años se siente fuerte y saludable".
Rajesh, de 42 años, es el coordinador del pueblo de Amrita SeRve en Harirampura. Él también es un agricultor que proviene de una familia que hace mucho tiempo se dedicó a esa tradición.
En los últimos 50 años, el uso de fertilizantes y pesticidas químicos se ha convertido en parte de la industria agrícola en todo el mundo. Pero ahora los efectos negativos de esa práctica bajo formas de enfermedad y contaminación son cada vez más evidentes, tanto para los agricultores como para los consumidores.
Hace tres años, Rajesh decidió convertirse en el pionero de su pueblo en hacer la transición de regreso a la agricultura orgánica. Motivados por su esfuerzo, otras ocho familias campesinas en Harirampura hicieron lo mismo. Juntos, han formado el primer club de agricultores de la zona. Cuando los agricultores con pequeñas propiedades forman un colectivo para poder compartir el trabajo de campo y los costos de los equipos, todos se benefician.
Los agricultores aquí generalmente producen dos cosechas al año, una durante la estación lluviosa y la otra durante los meses de invierno. El sésamo y el mijo perla se plantan antes de las lluvias. La mostaza y el trigo son cultivos de invierno. La mostaza se planta en octubre y se cosecha en marzo. El trigo, que se planta alrededor de mediados de noviembre, se cosecha en abril.
El pasado marzo, algunas de las familias de agricultores de Harirampura vinieron a Nueva Delhi para recibir el darshan de Amma en el programa que se celebró allí. Ya habían comenzado su cosecha de mostaza orgánica y por eso se la presentaron a Amma. Cuando la gente observó estos esfuerzos para hacer una agricultura libre de químicos, quisieron mostrar su apoyo.
"Decidí comprar trigo a estos granjeros y almacenarlo para mi uso durante todo el año", comparte Poonam, que vive en Gurgaon, en Nueva Delhi. "Aunque esto signifique que tengo que hacer un poco más de esfuerzo para llevar el trigo al molino de harina cada pocas semanas para obtener la harina de trigo, tengo la satisfacción de saber que mi familia está tomando alimentos saludables. Además, estamos apoyando directamente a los agricultores de Amma".
En abril, 2000 kg de trigo orgánico y harina de trigo de Harirampura fueron llevados al ashram de Amma en Delhi para su venta directa. Este tipo de mercados de agricultores están comenzando en muchas ciudades de India, ya que los consumidores urbanos quieren asegurarse de que lo que están comiendo es saludable y también desean apoyar a los agricultores que cultivan sus alimentos.
Cuando Rajesh estaba usando urea (un fertilizante químico), estaba cosechando 7000 kg de trigo de un acre de tierra. Ahora, cosecha solo 4000 kg. pero está comprometido a aprender cómo enriquecer sus suelos usando compost de tés y posiblemente vermicompost para obtener un mejor rendimiento. Aunque los rendimientos son menores inicialmente en la agricultura orgánica, los gastos también son más bajos ya que no es necesario comprar productos químicos.
Además, este año, vendiendo directamente, el club de productores obtuvo un promedio de 50 céntimos por kg, en lugar de los 25 céntimos por kg que de otro modo recibirían. Por lo general, los pequeños agricultores venden a un intermediario que luego lo entrega al mercado mayorista.
Rajesh reconoce: "El abuelo a menudo nos dice que los cultivos fertilizados deberían ser eliminados y que deberíamos volver a la agricultura orgánica. Pero nuestra aldea es pobre, por lo que la gente tiene que ganarse la vida de alguna manera".
Harirampura es el hogar de familias que pertenecen a la casta tribal de Meena. Rajesh vive con su padre, madre, abuelo, esposa y tres hijos. Sus hijos están inscritos en una escuela en la ciudad cercana de Gangapur. Los gastos escolares suponen unos 100 dólares al mes. Su ingreso mensual promedio proveniente de la agricultura es de apenas 150 dólares al mes, con los que debe alimentar a su gran familia.
Así que, por ahora, el club de agricultores de Rajesh dividirá sus cultivos entre orgánico y regular. Todavía no pueden comprometerse con el 100% orgánico, ya que la transición del sistema que ya conocen llevará tiempo. Pero el cambio ha comenzado. Muchos científicos sostienen que son los pequeños agricultores de los países en desarrollo los que se dedican a la agricultura orgánica y que pueden ser una clave vital para nuestra seguridad alimentaria en el futuro.