Asumiendo el desafío del plástico
18 de julio de 2018 - Estados Unidos
GreenFriends de Norte América ha comenzado un proyecto para compartir información sobre maneras simples y efectivas de reducir las huellas perjudiciales de la contaminación plástica en nuestro mundo. El proyecto se llama acertadamente “The Plastic Challenge – El desafío del plástico”. A través de él se comparte información crucial sobre cómo realizar pequeños ajustes para lograr un gran cambio.
"El objetivo es aumentar nuestra conciencia sobre cómo nuestras elecciones contribuyen a este problema", explicó Rema Devi en el M.A. Center de San Ramón. "Afortunadamente, hemos empezado a tomar mejores decisiones a largo plazo para alinear nuestras vidas y estar más en armonía con todos los seres de nuestra preciosa Madre Tierra".
Durante mucho tiempo, la mayoría hemos sido conscientes de que el plástico es un importante contaminante de nuestro medio ambiente. Aunque ha sido aceptado como idea general, sin embargo se ha mantenido como un concepto muy abstracto. Ahora, las estadísticas están reflejando el verdadero impacto que suponen nuestras acciones. De hecho, en febrero de 2017, las Naciones Unidas declararon la guerra al plástico oceánico.
Según cifras de la ONU, producimos más de 300 millones de toneladas de plástico cada año, incluidos miles de millones de botellas y bolsas de plástico. Esto equivale en volumen a más de 900 edificios del rascacielos Empire State. La gran mayoría de los materiales son productos de un solo uso, de los que sólo se recicla una pequeña fracción.
Ocho millones de toneladas de plástico se depositan en los océanos cada año y dañan a más de 600 especies marinas. Las estimaciones dicen que el 90% de las aves marinas, por ejemplo, han ingerido plástico en algún momento de sus vidas. Muchas se encuentran con sus estómagos llenos de plástico, causándoles la muerte.
Al ritmo actual, el consumo mundial de plástico se triplicará en 2050 a medida que la población mundial alcance los 10 mil millones. Pero, ha surgido una conciencia cada vez mayor en forma de movimiento social para cambiar estos resultados.
Más de 320 personas han participado en el proyecto 'Plastic Challenge' de GreenFriends para medir cuánto plástico usan en sus vidas diarias y luego comprometerse a reducir su uso. Otras 160 personas han valorado los resultados que se pueden lograr si adoptan la decisión de poner en acción sus promesas de reducción a lo largo de un mes y medio.
"Me viene a la mente siempre que voy de compras", compartió uno de los participantes. "Ahora me hace sentir culpable utilizar bolsas de plástico para llevar comestibles, lo cual es una buena señal porque es un principio para comenzar a usar bolsas de tela reutilizables".
Mediante simples cambios sobre cuándo y cómo usar el plástico, los participantes descubrieron que podían reducir su huella de plástico en 6.000 artículos. Se ha reducido en un 45% la cantidad utilizada en sus hogares.
"Ver mi primer resultado constituyó una llamada de atención, así como ver demasiadas fotos de tortugas marinas nadando en plástico", dijo otro participante. "¡Me sorprende la cantidad de envases no reciclables que hay en las tiendas! Un día comprobé que mi tienda de comestibles tenía bolsas de papel y las ha estado utilizando desde entonces".
Otro participante comentó: "Me causó un gran impacto al final de la encuesta comprobar cuánto plástico estaba usando realmente. Esta es una gran guía para ayudar a generar más conciencia sobre lo que estamos haciendo, y así generar maneras nuevas y diferentes acciones para cambiar nuestros malos hábitos".
El trabajo va más allá de la encuesta, por supuesto. Desde hace muchos años, los Centros Embracing the World de todo el mundo han estado trabajando en distintas formas de reutilizar los desechos plásticos. Por ejemplo, un grupo en Edmond, Oklahoma, EE. UU. se ha unido a una iglesia cristiana local para crear esterillas de dormir para personas sin hogar.
Las esterillas son livianas, brindan protección contra el frío y el viento para las personas sin hogar, no atraen insectos y se limpian fácilmente con una manguera. Las esterillas se llevan a una iglesia el área que se dedica a acoger a personas sin techo y también se les da a los agentes de policía que trabajan en acciones sociales de este tipo.